martes, 15 de enero de 2013

AMAMANTAMIENTO


CARACTERÍSTICAS Y NECESIDADES NUTRICIONALES EN EL   AMAMANTAMIENTO


NUTRICIÓN DE LA MADRE DURANTE LA LACTANCIA







El principio básico del cuidado nutricional de la embarazada y la madre que amamanta es promover una buena nutrición de por vida. Sin embargo, una madre puede amamantar aún si su dieta no es óptima, puesto que el estado nutricional de la madre que amamanta influye muy poco en la satisfacción de las necesidades calórico - proteicas de los niños, ya que se ha demostrado que las madres con cuadros de desnutrición producen leche con características proteicas similares a las mujeres que no sufren de desnutrición, excepto en situaciones de desnutrición extrema, en que la producción de leche, tanto en cantidad como en calidad, se afectan significativamente.


REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DE LA MADRE QUE AMAMANTA
La madre que amamanta requiere energía para cubrir el contenido energético de la leche materna, más la energía para producirla. Si no se satisfacen los requerimientos de energía y nutrientes adicionales, la lactancia tendrá lugar a expensas de los tejidos maternos. Se ha estimado que la madre que amamanta debe ingerir por día 400 a 500 calorías por encima de los requerimientos diarios calculados, lo que significa que la ingesta diaria debe ser aproximadamente de 2 700 Kcal/ día frente a las 2 200 recomendadas para mujeres no lactantes. Una disminución brusca de la ingesta calórica en la madre reduce también bruscamente la producción de leche. Esta situación en principio es independiente del estado nutricional en que se encuentra la madre, pero obviamente es más grave en las madres de bajo peso o malnutridas.  Si se corrige la ingesta calórica, se aumenta la producción de leche. Las madres bien nutridas no tendrán necesidad de realizar cambios en su dieta, pretendiendo incrementar con ello la producción de leche. La composición de la leche se modifica muy poco con la dieta materna. La cantidad de proteínas, lípidos y lactosa no varían con la dieta. Por el contrario existe variación en la proporción entre ácidos grasos saturados e insaturados, siendo la leche materna rica en ácidos grasos insaturados aunque éstos sean escasos en la dieta de la madre.
La grasa corporal aumenta durante el embarazo y disminuye durante la lactancia. Los cambios en el panículo adiposo se deben a cambios en el tamaño de los adipocitos y no a su número. Parte de la ganancia de peso durante la gestación está destinada a ser reserva para la lactancia, y en promedio las madres que amamantan pierden peso a razón de 500 a 1000 gramos al mes durante el primer semestre, aunque muchas empiezan a perder peso al tercer mes después del parto y algunas ganan peso. La pérdida de peso en el post parto es mayor en las madres que amamantan respecto a aquéllas que no lo hacen y es directamente proporcional a la frecuencia de lactancia y duración de la misma. El ejercicio no interfiere con la lactancia, ni con el patrón de alimentación del bebé; sin embargo, el ejercicio extenuante puede incrementar los niveles de ácido láctico causando en el bebé rechazo por la leche materna.

 NECESIDADES DE LÍQUIDOS
El volumen de líquidos que la madre ingiere, no afecta el volumen de producción de leche, por lo que la madre debe tomar el líquido que ella demande, de acuerdo a la sed. Recordar que la oxitócica produce sed, haciendo que muchas madres experimenten sed mientras están dando de mamar (lo mismo que ocurre durante el parto).Por el contrario, la restricción de la ingesta de líquidos no previene la ingurgitación mamaria, así como beber más agua no aumenta la producción de leche.

MACRONUTRIENTES

Carbohidratos:
Considerados como la principal fuente de energía para las funciones del organismo Proveen 4 Kcal/gramo. Una ingesta pobre de carbohidratos se asocia con fatiga, deshidratación y pérdida de energía. Cuando los carbohidratos son escasos en la dieta, el organismo obtiene energía a partir de las proteínas. El aporte energético como carbohidratos en la dieta debe ser del 55%, con una ingesta mínima de 100 gr/día. Las principales fuentes para la mujer lactante son pan, cereales, frutas frescas y vegetales. La dieta debe contener 25 gr/ día de fibra; como fibra soluble (pectina y goma), en frutas: manzanas, fresas, cítricos, que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y la enfermedad cardiovascular; y como fibra insoluble (celulosa y hemicelulosa), que ayuda a prevenir la constipación y el cáncer de colon.
Proteínas:
Los alimentos de origen animal son ricos en aminoácidos esenciales y los productos de origen vegetal tienen concentraciones menores de uno o más aminoácidos. Cuando la ingesta calórica es adecuada, las dietas vegetarianas pueden ofrecer suficientes aminoácidos esenciales para el metabolismo proteico. El arroz contiene todos los aminoácidos esenciales. Como los carbohidratos, las proteínas proporcionan 4 Kcal/ gr. y deben aportar entre el 12 a 15% del total de calorías. El requerimiento promedio diario de proteínas está influenciado por varios factores como la edad, tasa de síntesis de proteínas, digestibilidad y los niveles de carbohidratos y grasas. La recomendación actual de aporte proteico para la madre que lacta es de 65 gr/día durante los primeros 6 meses y 62 gr/día en los seis meses siguientes. La taurina es un aminoácido que sólo se halla en productos animales y es el segundo más abundante en la leche materna, aún las vegetarianas estrictas tienen niveles de taurina de 35mg/dl, que son más bajos que los existentes en la leche de madres          no                     vegetarianas.

LÍPIDOS
Las grasas o lípidos proporcionan elementos para el desarrollo de estructuras tisulares, (especialmente el cerebro y retina), para el metabolismo celular y la transmisión de impulsos nerviosos, así como, facilitan el transporte de las vitaminas liposolubles (A,D,E,K) . Los ácidos grasos poli insaturados omega 3 y omega 6 son componentes esenciales de las membranas celulares y responsables de la fluidez, permeabilidad y actividad de receptores. El pescado es una excelente fuente de DHA.  (El ácido docosahexaenoico).
De todos los nutrientes presentes en la leche humana, los lípidos pueden ser afectados por la ingestión de alimentos de la madre. Se ha puesto especial énfasis en el impacto de la grasa y colesterol en la dieta sobre la composición de la leche humana, como ocurre con los ácidos grasos, que representan más del 98% de lípidos de la leche materna. Las dietas con bajo nivel de colesterol disminuyen la concentración de colesterol plasmático en la madre, pero no los niveles de triglicéridos, sin embargo, el nivel de colesterol de la leche no es afectado. De todos los nutrientes presentes en la leche humana, los lípidos pueden ser afectados por la ingestión de alimentos de la madre. Las dietas con bajo nivel de colesterol disminuyen la concentración de colesterol plasmático en la madre, pero no los niveles de triglicéridos, sin embargo, el nivel de colesterol de la leche no es afectado. Sin embargo, el incremento de la ingesta de PUFAs (Ácidos grasos poli insaturados) rápidamente incrementa los niveles de ácido linoleico en la leche al doble de los niveles previos. Se ha evidenciado que existe una sólida asociación entre la grasa corporal de la madre y la composición lipídica de la leche materna. En lugares donde la desnutrición es común, el porcentaje de grasa corporal de la madre puede afectar la concentración de los lípidos en la leche así como la multiparidad (las mujeres con más de 10 hijos parecen tener una menor capacidad  de sintetizar grasa láctea, y por lo tanto tienen una concentración más baja de grasa en su leche).

MICRONUTRIENTES

Vitaminas:
Las vitaminas son sustancias alimentarias orgánicas sin carga calórica que requiere el organismo en cantidades pequeñas y que contribuyen a la regulación de los procesos metabólicos.
Las vitaminas liposolubles (A, D, E,K) se almacenan en tejidos grasos, mientras que las hidrosolubles (B y C) no se almacenan por largos periodos y requieren ser suplementados en la dieta frecuentemente. Cuándo la ingesta de vitaminas hidrosolubles por la madre aumenta, el nivel de éstas en la leche materna puede aumentar pero hasta un límite, que no se supera así se den dosis suplementarias adicionales. A pesar de que la vitamina K es liposoluble, los niveles que se alcanzan en el calostro pueden ser menores a los requerimientos y provocar una enfermedad hemorrágica del recién nacido, por lo que se recomienda administrar un suplemento. Los niveles de las vitaminas hidrosolubles están asociados con la dieta materna o la ingesta de suplementos. Por ejemplo la concentración de vitamina B6 en la leche de madres con dietas bajas de esta vitamina tienen menor secreción por la leche, que mejora con la suplementacion adecuada. Las vegetarianas estrictas necesitan consumir de por vida suplementos de vitamina B12, incluso las ovo – lacto vegetarianas. Las madres que amamantan debieran ingerir al menos 400 microgramos de folato, o ácido fólico, diariamente, para prevenir defectos en su futuro bebé y asegurar un desarrollo normal del mismo.

Minerales:
Los minerales son sustancias inorgánicas que son parte constituyente de los tejidos del organismo y además activan, regulan y controlan los procesos metabólicos, cumpliendo además función de neurotransmisores.

CALCIO
No existe un consenso acerca de la cantidad exacta de suplemento de calcio que requiere la madre lactante; la recomendación actual es de 1000 a 1200 mg/día que pueden ser alcanzados si se consume una dieta adecuada rica en calcio. Existe un miedo infundado en relación al desarrollo de osteoporosis en las madres lactantes; la densidad ósea se restaura luego del destete, si hay un aumento leve en la desmineralización ósea durante el tiempo de la lactancia. Durante la lactancia se produce una pérdida fisiológica del 3 al 7% de calcio óseo, que se recupera espontáneamente a partir del sexto mes. En general, el nivel de calcio en la leche materna se mantiene constante a pesar de una ingesta deficientes de calcio.

SODIO, POTASIO Y CLORO
La concentración de iones (sodio, potasio, cloro) en la leche está determinada por un gradiente eléctrico en las células secretorias, más que por el estado nutricional de la madre. Sin embargo, la concentración de sodio es la más variable de todos los minerales.

HIERRO
La concentración de hierro en la leche materna no está influenciada por el contenido de éste en la dieta o los niveles séricos de la madre. La concentración de hierro en la leche no aumenta tras la suplementación en la dieta materna.
La madre no anémica no requiere suplemento de hierro durante la lactancia. La DRI (ingesta dietética de referencia) para el hierro disminuye durante la lactancia de 18 mg/día para la mujer adulta a 9mg/día para la mujer que lacta, debido a las pérdidas disminuidas de este elemento por la amenorrea. Por tanto, la madre que lacta ahorra hierro.

YODO
Las necesidades de yodo aumentan hasta 290 microgramos/día durante el embarazo y la lactancia. Es recomendable el consumo permanente de sal yodada.

Alimentos Recomendados
No existe ningún alimento indispensable, y la producción de leche no depende de la dieta, sino de las demandas del niño o niña. Lo importante es recordar balancear la dieta con productos de la región. Alimentos Prohibidos
Como concepto básico, toda madre puede ingerir cualquier alimento. El recién nacido está habituado a los alimentos de la dieta de la madre, por que su olor ya impregna el líquido amniótico. Algunos alimentos pueden conferir un cambio de sabor a la leche materna. Como la ingesta de cantidades mayores de ajo en la dieta materna, hace que la leche huela a ajo, sin embargo se observó en un estudio, que los bebés succionaron por tiempo más prolongado. Lo mismo ocurre con la ingesta de vainilla. Los alimentos o bebidas que contienen cafeína son cuestionadas para las madres que amamantan, especialmente a bebés prematuros o enfermos.

Dietas Vegetarianas
Las personas que por cualquier razón son vegetarianas y no puede alterar su dieta deben conocer ciertos detalles. La leche materna de madres vegetarianas es adecuada desde el punto de vista nutricional, sin embargo aquéllas vegetarianas estrictas pueden producir leche con niveles menores de calcio, magnesio y vitamina B12; las veganas, que son aquellas personas vegetarianas puras, tienen menos producción de taurina en la leche materna. 

Alergias y Lactancia. Algunos niños alimentados exclusivamente con leche materna desarrollan alergia a la leche de vaca ingerida por la madre. Otros productos que pueden desencadenar alergia son el chocolate, el maíz, gaseosas, cítricos, trigo y maní.

RECOMENDACIONES GENERALES PARA LAS MADRES QUE DAN DE LACTAR
1. Alimentarse con una amplia variedad de comidas.
2. Balancear las comidas de acuerdo a la actividad física.
3. Escoger una dieta con una gran variedad de granos, vegetales y frutas.
4. Escoger una dieta pobre en grasas saturadas y colesterol.
5. Escoger una dieta moderada en azúcar.
6. Escoger una dieta moderada en sal y sodio.
7. Si hay consumo de alcohol, éste debe ser discreto.

Bibliografía
Nutrición durante la lactancia-Recomendaciones.html.
Leticia Díaz Martínez.

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