LACTANCIA
La
lactancia es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que
necesitan para un buen crecimiento y desarrollo saludable.
A continuación se describen
las características funcionales del neonato:
Sistema digestivo
Secreción salival:
Durante los primeros meses de vida, se produce poca cantidad de saliva. En
consecuencia, también será baja la concentración de las enzimas que digieren el
almidón –amilasa-, sin embargo, la lipasa que encontramos en la saliva del
lactante presenta una actividad enzimática adecuada.
Secreción
gástrica: Durante los primeros meses de vida se
produce una menor concentración de ácido clorhídrico y pepsina, enzima que está
implicada en la digestión de las proteínas en el estómago.
c) Secreción
pancreática: El
lactante produce la suficiente cantidad de proteasa para digerir las proteínas
de la leche. Sin embargo, no se secreta la suficiente cantidad de amilasa, por
lo que no se produce la digestión del almidón. Por otra parte, la lipasa
pancreática tampoco presenta una gran actividad enzimática en la secreción
pancreática, hecho que podría comprometer la digestión de las grasas de la
leche, especialmente la que contienen algunas fórmulas infantiles.
d) Secreción biliar: El organismo del bebe no produce una cantidad
suficiente de sales biliares para llevar a cabo correctamente su función. Esto
podría comprometer el proceso de emulsión y micelización de las grasas de la
leche.
e)
Digestión intestinal: Desde su nacimiento, el neonato produce las tres
enzimas más importantes lactasa, sacarasa y maltasa-, capaces de romper los
disacáridos. Además, en el intestino también se produce una cierta cantidad de
glucoamilasa, enzima que realiza parte de la digestión del almidón, ya que este
carbohidrato se irá incorporando paulatinamente a la dieta.
2. Funcionalismo hepático
El lactante presenta una capacidad limitada
para biosíntetizar sales biliares y la circulación entero hepática. Cabe
resaltar que el lactante presenta un:
Déficit de ciertas enzimas que pertenecen al
ciclo de la urea, implicadas en el metabolismo de las proteínas.
Déficit
de enzimas implicadas en el catabolismo de ciertos aminoácidos.
Déficit
en la actividad enzimática implicada en la síntesis de ácidos grasos
poliinsaturados de cadena larga omega 3 y omega 6.
Composición de la leche
Contiene
enzimas digestivas para facilitar la hidrólisis de ciertos nutrientes presentes
en la leche.
Incorpora
compuestos antibacterianos (bacteriostáticos) como la lisozima, capaz de romper
ciertos componentes de la pared de las bacterias. La concentración de lisozima
en la leche materna es 5.000 veces superior a la descrita en leche de vaca.
contiene lactoferrina, otro antimicrobiano
capaz de elar el hierro, impidiendo de este modo el crecimiento de bacterias
patógenas -el hierro no estaría disponible para las bacterias por encontrarse
unido a lactoferrina.
Los
oligosacáridos presentes en la leche tienen un efecto prebiótico, es decir,
favorecen la proliferación en el intestino de la micro flora rica en
bífidobacterias,que son muy favorables para el desarrollo del lactante, ya que
impiden el desarrollo de microorganismos patógenos y favorecen la síntesis de
algunas vitaminas.
Contiene
Inmunoglobulinas procedentes de la madre, que actúan como anticuerpos frente a
patógenos presentes en el tracto digestivo y respiratorio del lactante.
-
Además, aporta factores de crecimiento y desarrollo y ciertas citoquinas, que
tienen capacidad antiinflamatoria e inmunomoduladora.
Necesidades
nutricionales del lactante
1.
Energía
Como
se ha comentado anteriormente, el lactante tiene una demanda energética
superior (100-115 kcal/kg/día) a la del adulto (30-35 kca/kg/día). Para cubrir
estas necesidades energética, la leche materna le aporta un alto contenido en
grasa (38%), entre un 48% y 54% de carbohidratos, y un 8% de proteínas.
Conforme
el lactante va creciendo y evolucionando, se van introduciendo nuevos alimentos
que complementan sus requerimientos nutricionales, siendo los requerimientos
similares a los (45-60% de carbohidratos, 20-35% de lípidos y entre el 10% y
15% de proteínas.
2.
Proteínas
Las
proteínas suponen entre el 10-12% de la ingesta de energía, proporcionando al
niño el nitrógeno necesario par renovar y sintetizar los diferentes aminoácidos
o proteínas de su organismo. Durante toda la etapa de la lactancia, los
requerimientos de proteínas se aproximan a 1,5 g/kg de peso/día, teniendo en
cuenta que la calidad de la proteína que se ingiere durante la primera subetapa
de lactancia materna es máxima y que durante la segunda subetapas, se
introducen proteínas de menor calidad procedentes de la alimentación
complementaria.
Aunque
las necesidades de proteínas en el lactante son elevadas, si se sobrepasan los
niveles requeridos, el niño podría sufrir problemas metabólicos que afectarían
al funcionamiento hepático y renal.
Sin embargo en niños que ingieren leche de
vaca u otros animales, se podrían presentar las disfunciones mencionadas
anteriormente, ya que la leche de vaca contiene una proporción proteica cuatro
veces superior a la materna.
Carbohidratos
En
los cuatro primeros meses de vida el aporte de carbohidratos debe representar
entre un 32-48% de la ingesta, aumentando paulatinamente hasta llegar al
55-60%. La leche materna aporta alrededor de un 38% de energía en forma de
carbohidratos (mayoritariamente lactosa), frente al 27% que contiene la de
vaca. Recordemos que el lactante exhibe un déficit de amilasa al nacer,
teniendo en consecuencia una limitación para digerir almidones.las formulas
infantiles no deberían contener almidón,
También pueden contener otros azucares como
glucosa y dextromaltosa, que se digiere en el intestino.
5. Vitaminas y minerales
Al
igual que ocurre con otros nutrientes esenciales, el lactante requiere mayor
cantidad de vitaminas y minerales por kg/día que el resto de su vida. La leche
materna presenta diferencias importantes en micronutrientes con respecto a la
de vaca. Por ejemplo, la absorción de hierro y calcio es del 75% y 70%,
respectivamente cuando se ingiere leche materna, descendiendo hasta el 30% y
20% cuando provienen de leche de vaca.
6.
Agua
Los
requerimientos de agua en el neonato serán altos por diversas razones:
El
lactante presenta mayor superficie corporal que peso.
La piel es mas fina y por tanto la pérdida de
líquido por sudoración será mayor.
El bebé no tiene desarrollada la capacidad de
concentrar la orina, por ello necesita
SELENE
SANCHEZ ANTONIO
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