CARACTERÍSTICAS
Y NECESIDADES NUTRICIONALES EN EL
AMAMANTAMIENTO
NUTRICIÓN DE LA MADRE DURANTE LA LACTANCIA
El
principio básico del cuidado nutricional de la embarazada y la madre que
amamanta es promover una buena nutrición de por vida. Sin embargo, una madre
puede amamantar aún si su dieta no es óptima, puesto que el estado nutricional
de la madre que amamanta influye muy poco en la satisfacción de las necesidades
calórico - proteicas de los niños, ya que se ha demostrado que las madres con cuadros
de desnutrición producen leche con características proteicas similares a las
mujeres que no sufren de desnutrición, excepto en situaciones de desnutrición
extrema, en que la producción de leche, tanto en cantidad como en calidad, se
afectan significativamente.
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DE LA MADRE
QUE AMAMANTA
La
madre que amamanta requiere energía para cubrir el contenido energético de la
leche materna, más la energía para producirla. Si no se satisfacen los
requerimientos de energía y nutrientes adicionales, la lactancia tendrá lugar a
expensas de los tejidos maternos. Se ha estimado que la madre que amamanta debe
ingerir por día 400 a 500 calorías por encima de los requerimientos diarios
calculados, lo que significa que la ingesta diaria debe ser aproximadamente de
2 700 Kcal/ día frente a las 2 200 recomendadas para mujeres no lactantes. Una
disminución brusca de la ingesta calórica en la madre reduce también
bruscamente la producción de leche. Esta situación en principio es
independiente del estado nutricional en que se encuentra la madre, pero
obviamente es más grave en las madres de bajo peso o malnutridas. Si se corrige la ingesta calórica, se aumenta
la producción de leche. Las madres bien nutridas no tendrán necesidad de
realizar cambios en su dieta, pretendiendo incrementar con ello la producción
de leche. La composición de la leche se modifica muy poco con la dieta materna.
La cantidad de proteínas, lípidos y lactosa no varían con la dieta. Por el
contrario existe variación en la proporción entre ácidos grasos saturados e
insaturados, siendo la leche materna rica en ácidos grasos insaturados aunque
éstos sean escasos en la dieta de la madre.
La
grasa corporal aumenta durante el embarazo y disminuye durante la lactancia.
Los cambios en el panículo adiposo se deben a cambios en el tamaño de los
adipocitos y no a su número. Parte de la ganancia de peso durante la gestación
está destinada a ser reserva para la lactancia, y en promedio las madres que
amamantan pierden peso a razón de 500 a 1000 gramos al mes durante el primer
semestre, aunque muchas empiezan a perder peso al tercer mes después del parto
y algunas ganan peso. La pérdida de peso en el post parto es mayor en las
madres que amamantan respecto a aquéllas que no lo hacen y es directamente
proporcional a la frecuencia de lactancia y duración de la misma. El ejercicio
no interfiere con la lactancia, ni con el patrón de alimentación del bebé; sin
embargo, el ejercicio extenuante puede incrementar los niveles de ácido láctico
causando en el bebé rechazo por la leche materna.
NECESIDADES
DE LÍQUIDOS
El
volumen de líquidos que la madre ingiere, no afecta el volumen de producción de
leche, por lo que la madre debe tomar el líquido que ella demande, de acuerdo a
la sed. Recordar que la oxitócica produce sed, haciendo que muchas madres
experimenten sed mientras están dando de mamar (lo mismo que ocurre durante el
parto).Por el contrario, la restricción de la ingesta de líquidos no previene
la ingurgitación mamaria, así como beber más agua no aumenta la producción de
leche.
MACRONUTRIENTES
Carbohidratos:
Considerados como la principal fuente de energía para las funciones del organismo Proveen 4 Kcal/gramo. Una ingesta pobre de carbohidratos se asocia con fatiga, deshidratación y pérdida de energía. Cuando los carbohidratos son escasos en la dieta, el organismo obtiene energía a partir de las proteínas. El aporte energético como carbohidratos en la dieta debe ser del 55%, con una ingesta mínima de 100 gr/día. Las principales fuentes para la mujer lactante son pan, cereales, frutas frescas y vegetales. La dieta debe contener 25 gr/ día de fibra; como fibra soluble (pectina y goma), en frutas: manzanas, fresas, cítricos, que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y la enfermedad cardiovascular; y como fibra insoluble (celulosa y hemicelulosa), que ayuda a prevenir la constipación y el cáncer de colon.
Considerados como la principal fuente de energía para las funciones del organismo Proveen 4 Kcal/gramo. Una ingesta pobre de carbohidratos se asocia con fatiga, deshidratación y pérdida de energía. Cuando los carbohidratos son escasos en la dieta, el organismo obtiene energía a partir de las proteínas. El aporte energético como carbohidratos en la dieta debe ser del 55%, con una ingesta mínima de 100 gr/día. Las principales fuentes para la mujer lactante son pan, cereales, frutas frescas y vegetales. La dieta debe contener 25 gr/ día de fibra; como fibra soluble (pectina y goma), en frutas: manzanas, fresas, cítricos, que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y la enfermedad cardiovascular; y como fibra insoluble (celulosa y hemicelulosa), que ayuda a prevenir la constipación y el cáncer de colon.
Proteínas:
Los alimentos de origen animal son ricos en aminoácidos esenciales y los productos de origen vegetal tienen concentraciones menores de uno o más aminoácidos. Cuando la ingesta calórica es adecuada, las dietas vegetarianas pueden ofrecer suficientes aminoácidos esenciales para el metabolismo proteico. El arroz contiene todos los aminoácidos esenciales. Como los carbohidratos, las proteínas proporcionan 4 Kcal/ gr. y deben aportar entre el 12 a 15% del total de calorías. El requerimiento promedio diario de proteínas está influenciado por varios factores como la edad, tasa de síntesis de proteínas, digestibilidad y los niveles de carbohidratos y grasas. La recomendación actual de aporte proteico para la madre que lacta es de 65 gr/día durante los primeros 6 meses y 62 gr/día en los seis meses siguientes. La taurina es un aminoácido que sólo se halla en productos animales y es el segundo más abundante en la leche materna, aún las vegetarianas estrictas tienen niveles de taurina de 35mg/dl, que son más bajos que los existentes en la leche de madres no vegetarianas.
Los alimentos de origen animal son ricos en aminoácidos esenciales y los productos de origen vegetal tienen concentraciones menores de uno o más aminoácidos. Cuando la ingesta calórica es adecuada, las dietas vegetarianas pueden ofrecer suficientes aminoácidos esenciales para el metabolismo proteico. El arroz contiene todos los aminoácidos esenciales. Como los carbohidratos, las proteínas proporcionan 4 Kcal/ gr. y deben aportar entre el 12 a 15% del total de calorías. El requerimiento promedio diario de proteínas está influenciado por varios factores como la edad, tasa de síntesis de proteínas, digestibilidad y los niveles de carbohidratos y grasas. La recomendación actual de aporte proteico para la madre que lacta es de 65 gr/día durante los primeros 6 meses y 62 gr/día en los seis meses siguientes. La taurina es un aminoácido que sólo se halla en productos animales y es el segundo más abundante en la leche materna, aún las vegetarianas estrictas tienen niveles de taurina de 35mg/dl, que son más bajos que los existentes en la leche de madres no vegetarianas.
LÍPIDOS
Las
grasas o lípidos proporcionan elementos para el desarrollo de estructuras
tisulares, (especialmente el cerebro y retina), para el metabolismo celular y
la transmisión de impulsos nerviosos, así como, facilitan el transporte de las
vitaminas liposolubles (A,D,E,K) . Los ácidos grasos poli insaturados omega 3 y
omega 6 son componentes esenciales de las membranas celulares y responsables de
la fluidez, permeabilidad y actividad de receptores. El pescado es una
excelente fuente de DHA. (El ácido docosahexaenoico).
De
todos los nutrientes presentes en la leche humana, los lípidos pueden ser
afectados por la ingestión de alimentos de la madre. Se ha puesto especial
énfasis en el impacto de la grasa y colesterol en la dieta sobre la composición
de la leche humana, como ocurre con los ácidos grasos, que representan más del
98% de lípidos de la leche materna. Las dietas con bajo nivel de colesterol
disminuyen la concentración de colesterol plasmático en la madre, pero no los
niveles de triglicéridos, sin embargo, el nivel de colesterol de la leche no es
afectado. De todos los nutrientes presentes en la leche humana, los lípidos
pueden ser afectados por la ingestión de alimentos de la madre. Las dietas con
bajo nivel de colesterol disminuyen la concentración de colesterol plasmático
en la madre, pero no los niveles de triglicéridos, sin embargo, el nivel de
colesterol de la leche no es afectado. Sin embargo, el incremento de la ingesta
de PUFAs (Ácidos grasos poli insaturados) rápidamente incrementa los niveles de
ácido linoleico en la leche al doble de los niveles previos. Se ha evidenciado
que existe una sólida asociación entre la grasa corporal de la madre y la
composición lipídica de la leche materna. En lugares donde la desnutrición es
común, el porcentaje de grasa corporal de la madre puede afectar la concentración
de los lípidos en la leche así como la multiparidad (las mujeres con más de 10
hijos parecen tener una menor capacidad
de sintetizar grasa láctea, y por lo tanto tienen una concentración más
baja de grasa en su leche).
MICRONUTRIENTES
Vitaminas:
Las vitaminas son sustancias alimentarias orgánicas sin carga calórica que requiere el organismo en cantidades pequeñas y que contribuyen a la regulación de los procesos metabólicos.
Las
vitaminas liposolubles (A, D, E,K) se almacenan en tejidos grasos, mientras que
las hidrosolubles (B y C) no se almacenan por largos periodos y requieren ser
suplementados en la dieta frecuentemente. Cuándo la ingesta de vitaminas
hidrosolubles por la madre aumenta, el nivel de éstas en la leche materna puede
aumentar pero hasta un límite, que no se supera así se den dosis suplementarias
adicionales. A pesar de que la vitamina K es liposoluble, los niveles que se
alcanzan en el calostro pueden ser menores a los requerimientos y provocar una
enfermedad hemorrágica del recién nacido, por lo que se recomienda administrar
un suplemento. Los
niveles de las vitaminas hidrosolubles están asociados con la dieta materna o
la ingesta de suplementos. Por ejemplo la concentración de vitamina B6 en la leche
de madres con dietas bajas de esta vitamina tienen menor secreción por la
leche, que mejora con la suplementacion adecuada. Las vegetarianas estrictas
necesitan consumir de por vida suplementos de vitamina B12, incluso las ovo –
lacto vegetarianas. Las madres que amamantan debieran ingerir al menos 400
microgramos de folato, o ácido fólico, diariamente, para prevenir defectos en
su futuro bebé y asegurar un desarrollo normal del mismo.
Minerales:
Los minerales son sustancias inorgánicas que son parte constituyente de los tejidos del organismo y además activan, regulan y controlan los procesos metabólicos, cumpliendo además función de neurotransmisores.
Los minerales son sustancias inorgánicas que son parte constituyente de los tejidos del organismo y además activan, regulan y controlan los procesos metabólicos, cumpliendo además función de neurotransmisores.
CALCIO
No
existe un consenso acerca de la cantidad exacta de suplemento de calcio que
requiere la madre lactante; la recomendación actual es de 1000 a 1200 mg/día
que pueden ser alcanzados si se consume una dieta adecuada rica en calcio. Existe
un miedo infundado en relación al desarrollo de osteoporosis en las madres
lactantes; la densidad ósea se restaura luego del destete, si hay un aumento
leve en la desmineralización ósea durante el tiempo de la lactancia. Durante la
lactancia se produce una pérdida fisiológica del 3 al 7% de calcio óseo, que se
recupera espontáneamente a partir del sexto mes. En general, el nivel de calcio
en la leche materna se mantiene constante a pesar de una ingesta deficientes de
calcio.
SODIO, POTASIO Y CLORO
La
concentración de iones (sodio, potasio, cloro) en la leche está determinada por
un gradiente eléctrico en las células secretorias, más que por el estado
nutricional de la madre. Sin embargo, la concentración de sodio es la más
variable de todos los minerales.
HIERRO
La
concentración de hierro en la leche materna no está influenciada por el
contenido de éste en la dieta o los niveles séricos de la madre. La
concentración de hierro en la leche no aumenta tras la suplementación en la
dieta materna.
La madre no anémica no requiere suplemento de hierro durante la lactancia. La DRI (ingesta dietética de referencia) para el hierro disminuye durante la lactancia de 18 mg/día para la mujer adulta a 9mg/día para la mujer que lacta, debido a las pérdidas disminuidas de este elemento por la amenorrea. Por tanto, la madre que lacta ahorra hierro.
La madre no anémica no requiere suplemento de hierro durante la lactancia. La DRI (ingesta dietética de referencia) para el hierro disminuye durante la lactancia de 18 mg/día para la mujer adulta a 9mg/día para la mujer que lacta, debido a las pérdidas disminuidas de este elemento por la amenorrea. Por tanto, la madre que lacta ahorra hierro.
YODO
Las necesidades de yodo aumentan hasta 290 microgramos/día durante el embarazo y la lactancia. Es recomendable el consumo permanente de sal yodada.
Las necesidades de yodo aumentan hasta 290 microgramos/día durante el embarazo y la lactancia. Es recomendable el consumo permanente de sal yodada.
Alimentos
Recomendados
No
existe ningún alimento indispensable, y la producción de leche no depende de la
dieta, sino de las demandas del niño o niña. Lo importante es recordar
balancear la dieta con productos de la región. Alimentos Prohibidos
Como concepto básico, toda madre puede ingerir cualquier alimento. El recién nacido está habituado a los alimentos de la dieta de la madre, por que su olor ya impregna el líquido amniótico. Algunos alimentos pueden conferir un cambio de sabor a la leche materna. Como la ingesta de cantidades mayores de ajo en la dieta materna, hace que la leche huela a ajo, sin embargo se observó en un estudio, que los bebés succionaron por tiempo más prolongado. Lo mismo ocurre con la ingesta de vainilla. Los alimentos o bebidas que contienen cafeína son cuestionadas para las madres que amamantan, especialmente a bebés prematuros o enfermos.
Como concepto básico, toda madre puede ingerir cualquier alimento. El recién nacido está habituado a los alimentos de la dieta de la madre, por que su olor ya impregna el líquido amniótico. Algunos alimentos pueden conferir un cambio de sabor a la leche materna. Como la ingesta de cantidades mayores de ajo en la dieta materna, hace que la leche huela a ajo, sin embargo se observó en un estudio, que los bebés succionaron por tiempo más prolongado. Lo mismo ocurre con la ingesta de vainilla. Los alimentos o bebidas que contienen cafeína son cuestionadas para las madres que amamantan, especialmente a bebés prematuros o enfermos.
Dietas
Vegetarianas
Las
personas que por cualquier razón son vegetarianas y no puede alterar su dieta deben
conocer ciertos detalles. La leche materna de madres vegetarianas es adecuada
desde el punto de vista nutricional, sin embargo aquéllas vegetarianas
estrictas pueden producir leche con niveles menores de calcio, magnesio y
vitamina B12; las veganas, que son aquellas personas vegetarianas puras, tienen
menos producción de taurina en la leche materna.
Alergias y Lactancia.
Algunos niños alimentados exclusivamente con leche materna desarrollan alergia
a la leche de vaca ingerida por la madre. Otros productos que pueden
desencadenar alergia son el chocolate, el maíz, gaseosas, cítricos, trigo y
maní.
RECOMENDACIONES GENERALES PARA LAS
MADRES QUE DAN DE LACTAR
1.
Alimentarse con una amplia variedad de comidas.
2.
Balancear las comidas de acuerdo a la actividad física.
3.
Escoger una dieta con una gran variedad de granos, vegetales y frutas.
4.
Escoger una dieta pobre en grasas saturadas y colesterol.
5.
Escoger una dieta moderada en azúcar.
6.
Escoger una dieta moderada en sal y sodio.
7.
Si hay consumo de alcohol, éste debe ser discreto.
Bibliografía
Nutrición
durante la lactancia-Recomendaciones.html.
Leticia
Díaz Martínez.
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